Protege tu empresa de los ciberdelitos (sin paranoia ni tecnicismos imposibles)

La ciberseguridad no es solo cosa de bancos y multinacionales. Si tienes un negocio —grande o pequeño— los ataques digitales te pueden afectar, y más rápido de lo que imaginas.
En ATF lo tenemos claro: proteger tu empresa no debería ser un dolor de cabeza. Por eso te traemos esta guía sencilla (pero efectiva) para entender las amenazas más comunes y, sobre todo, cómo defenderte como un profesional.
Lo que te puede pasar (y cómo evitarlo sin volverte loco)

Malware
El clásico. Programas maliciosos como virus, troyanos o gusanos que buscan dañar, robar o bloquear tu información.
Protección ATF: Ten tu software actualizado, usa una solución de seguridad completa y activa escaneos frecuentes.
Virus
Se propagan cuando abres un archivo infectado. A veces ni te das cuenta hasta que es tarde.
Protección ATF: Instala un antivirus confiable, mantenlo actualizado y no abras archivos que no esperabas.
Gusanos
Igual de molestos que suenan. Se replican sin que hagas nada, usando vulnerabilidades en tu red.
Protección ATF: Usa un firewall, monitoriza tu red y aplica parches de seguridad con regularidad.
Troyanos
Parecen inofensivos. Pero se disfrazan para colarse y abrir la puerta a más malware.
Protección ATF: Escanea archivos antes de abrirlos y evita descargar cosas de fuentes dudosas.
Spyware
Programas que te espían. Registran lo que haces, lo que escribes y a quién le escribes.
Protección ATF: Usa bloqueadores de rastreo, evita extensiones sospechosas y limpia tu sistema con regularidad.
Adware
Publicidad no deseada que te persigue por todos lados. A veces inofensiva, otras veces camufla cosas peores.
Protección ATF: Activa bloqueadores, revisa tus apps instaladas y controla los permisos.
Ransomware

El más temido. Cifra todos tus archivos y te pide un rescate. ¿La solución? No caer nunca.
Protección ATF: Haz backups constantes, segmenta tu red y ten un plan de respuesta ante incidentes.
Doxing
Publican tus datos personales para intimidar o extorsionar. Daña tu imagen y pone en riesgo a tu equipo.
Protección ATF: Cifra tus documentos, controla accesos y revisa bien qué datos compartes online.
Phishing

Correos falsos que parecen reales. Buscan que reveles datos sensibles o hagas clic donde no debes.
Protección ATF: Forma a tu equipo, usa filtros inteligentes y activa la verificación en dos pasos.
DDoS
Saturan tus servidores con visitas falsas hasta que dejan de funcionar. Literalmente te tumban.
Protección ATF: Protege tu servidor con soluciones anti-DDoS y balanceadores de carga.
Inyección SQL
Un clásico en formularios mal protegidos. Buscan acceder a tu base de datos sin permiso.
Protección ATF: Programa con buenas prácticas y usa validaciones estrictas.
Whaling
Ataques dirigidos a directivos. Suplantan correos o identidades para obtener acceso a datos importantes.
Protección ATF: Autenticación de múltiples factores, revisión manual de transacciones sensibles y formación específica.
Grupos APT
Ataques prolongados y silenciosos. Organizados, profesionales y con un objetivo claro: tus datos más valiosos.
Protección ATF: Monitorización constante, soluciones de detección avanzada y respuesta rápida.
Ataques a sistemas industriales (ICS / OT)
Van a por tus instalaciones, SCADA o sistemas técnicos. Consecuencias: millonarias.
Protección ATF: Seguridad especializada para infraestructuras críticas. Esto no se deja al azar.
Man-in-the-Middle (MitM)
Interceptan lo que envías y recibes. Y no te enteras hasta que ya es tarde.
Protección ATF: Usa cifrado fuerte (HTTPS, VPN), certificados digitales y conexiones seguras.
Conclusión: protege hoy, evita el desastre mañana

Los ciberataques no avisan. Pero tú sí puedes estar preparado.
En ATF te ayudamos a blindar tu empresa con soluciones adaptadas a tu tamaño, sector y presupuesto. No necesitas ser un experto, solo necesitas empezar.
Hablemos. Te explicamos todo sin humo y sin tecnicismos. Porque proteger tu negocio no debería ser una carga, sino una estrategia